domingo, 8 de noviembre de 2015

MOSCÚ: GALERÍA TRETIAKOV

           Pável Tretiakov (1832-1898) fue un rico comerciante textil que en 1856 empezó a adquirir obras de artistas rusos contemporáneos, sobre todo de los pertenecientes a la llamada Sociedad de Ambulantes. Ésta sociedad, liderada por Iván Kramskói, desarrolló temáticas de denuncia de injusticias sociales y a esta tendencia se le denominó Realismo Ideológico, constituyendo la base sobre la que posteriormente se desarrollaría la corriente del Realismo Socialista. Pues bien, Tretiakóv fue comprando poco a poco obras de pintores de su época, formando una gran colección que donó a sus paisanos en 1892. Actualmente consta de más de 130.000 obras de arte de autores rusos. Visitar este museo supone un completo recorrido por la historia y el alma rusa, especialmente durante los siglos XVIII y XIX. Allí están los retratos, a veces casi fotográficos, de sus personajes de la élite y la nobleza, escenas de la vida cotidiana en el campo o en las ciudades, paisajes de invierno, de ríos, de montañas, de bosques con o sin animales, tiempos de guerra y tiempos de paz. Y, por supuesto, los retratos de sus más grandes escritores: Leon Tolstoi y Fedor Dostoievski.
 
         Aquí dejo algunas de las obras que me llamaron la atención y que pude fotografiar sin que me riñesen.
 
 
"Una boda desigual" de Vasili Púkirev. Se observa claramente cómo la novia estuvo llorando toda la noche por sus ojos enrojecidos, la cierta desconfianza del novio-abuelo, cómo el hombre más joven que está a la derecha del cuadro mira con rabia al novio (creo que era el "enamorado" de la chica), y varios personajes más con bastante expresividad a pesar de ser secundarios.
 
Retrato del compositor Modest Músorski de Iliá Repin.
 
 
"Retrato de una mujer desconocida", de Kramskoy. En su época parece que fue bastante escandaloso cuando se exhibió por primera vez, ya que decían que la mujer era una prostituta. El autor nunca reveló quien era la mujer, ni si era o no una "chica de vida alegre". Tretiakov se negó a comprarlo por el escándalo que lo rodeaba y por considerarlo inmoral para su galería.

 
 
 
 
 
Fedor Dostoievski, por Vasili Perov.
 
 
 
Retrato de la princesa Sofía Alekséievna Románov, un año después de ser recluida en u convento, después de que el Zar hubiese sofocado una rebelión que pretendía nombrarla zarina.
 
 
 
 
 
 
Leon Tolstoi, por Iliá Repin.
 

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