domingo, 4 de octubre de 2015

ALES STENART: EL STONEHENGE SUECO

                  Hace unos 1.400 años, hacia el final de la edad de Hierro Nórdica, los habitantes de la región de Escania en el sur de Suecia, alinearon cincuenta y nueve bloques de granito en forma de barco, con su proa y su popa, construyendo así un conjunto megalítico asombroso. Eligieron una explanada desde la que se podía vislumbrar sin dificultad los recortes de la costa sueca, así como las embarcaciones que surcaban el Báltico. Desde esta atalaya se distinguía bien si se trataba de amigos o de enemigos y, a su vez, era fácil descender a las playas de cantos rodados negros del Báltico. Algunas de las piedras fueron transportadas desde una distancia de cuarenta kilómetros; otras fueron obtenidas de un dolmen cercano datado en el 2.500 AC cuyos restos se encontraron recientemente.
               Las construcciones de este tipo en forma de barco se consideran monumentos funerarios y, según leyendas de la zona, allí estaría enterrado el legendario rey Ale el Fuerte. Éste caudillo vikingo venció en infinidad de batallas durante más de veinticinco años, al parecer porque tenía una mirada que aterrorizaba a sus enemigos. El que consiguió matarle, lo hizo tras cubrirle la cara para no mirarle a los ojos. Otras teorías menos populares señalan que el monumento se construyó en honor a la tripulación de un barco que pereció en el mar, o que fue un calendario para determinar algunas fechas del año.
 
            Cuando uno visita este lugar, percibe que la construcción en ese preciso punto tuvo que tener un motivo especial. El paisaje que le rodea, la relación tan estrecha con el mar, el viento que sopla sin tregua, la vista privilegiada del Báltico con las costas polacas al fondo... Algo pasó para que las personas que lo erigieron, obligadas o no, se dedicasen a la fatigosa tarea de transportar hasta allí todas y cada una de esas piedras de granito. No sé si los arqueólogos podrán aportar las respuestas pero, mientras tanto, nosotros podemos dejar volar nuestra imaginación acerca de este sorprendente monumento.
 







 
 
 

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